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Cuentos De RaiceNegras-4: Cascabeles

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GATITOFEROZ's avatar
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Paso un largo rato caminando sin parar ni siquiera un segundo, ni para descansar ni tampoco para pensar. Lo Único que pasaba por la mente de Ricardo era huir hasta llegar a algún lugar donde estuviese seguro, sin embargo ¿Dónde?
El sol comenzó a esconderse en el horizonte lentamente mientras Ricardo caminaba sin parar. Caminar de noche nunca es seguro y nuestro Ricardo lo sabía, pero también sabía que si no avanzaba lo suficientemente rápido, eventualmente le atraparían. Ser atrapado no era una opción, especialmente sabiendo que la condena por brujería era ser quemado en la hoguera.
La noche por fin cayó sobre el bosque y convirtió lo que alguna vez era una vista apacible en un paisaje tenebroso. Ricardo en contra del sentido común siguió caminando, solamente deteniéndose momentáneamente pasa sacar una antorcha y encenderla.
Sin salirse del camino él seguía con paso firme. De cuando en cuando sacaba tiras de carne seca y pan de su mochila para comer mientras avanzaba, porque de otra manera ya hubiera caído de rodillas al suelo. Desde muy atrás de él se escuchaba una carreta que iba a toda velocidad, a lo que Ricardo reacciono poniéndose su máscara, así, en caso que fueran cazadores de brujas no le reconocieran. Eventualmente, aquella carreta paso a su lado, pero iban tan rápido que casi le atropella. Ricardo ni siquiera logro divisar quien o quienes iban en el descarriado vehículo.
— ¡Ahí viene! ¡Los cascabeles!
Fue lo único que logro escuchar cuando paso junto a él. Luego de recuperarse del suceso, el siguió caminando una vez más, no tenía tiempo para ponerse a pensar en lo ocurrido.
Pasaron unas cuantas horas y Ricardo ya comenzaba a pestañear del sueño. De un momento a otro escucho un sonido. Se detuvo en seco y miro a su alrededor para ver de dónde provenía el sonido, al final no logro divisar de donde había provenido el sonido así que se lo atribuyó al sueño, saco un cantimplora y su mojo la cabeza con el agua que había en ella para después seguir caminando. Siguió durante unos minutos más, pero de pronto, volvió a escuchar aquel mismo sonido. Sonaba como si alguien agitara varias campanillas pequeñas, además, aquel sonido se acercaba rápidamente. Ricardo paso de caminar a correr, y valla que si estaba corriendo con bastante ímpetu. El no sabía qué era lo que le seguía, pero era mejor prevenir que lamentar. Fuese lo que fuese, aquella criatura  no solo le logro alcanzar, sino que también le rebasó y se puso frente a él. Estaba demasiado lejos, así que el brillo de la antorcha de Ricardo no alcanzaba a revelar la apariencia de la criatura. Desde donde estaba lo único que lograba ver eran un par de brillante ojos amarillos que veían a través de su alma desde las sombras.
— ¡¿Quien anda ahí?! — grito Ricardo, pero no obtuvo respuesta alguna.
Mientras él se debatía sobre que hacer a continuación, aquel ser comenzó a caminar hacia a él lentamente. Ricardo se bajo la mochila de la espalda y busco lo más rápido posible algo con que defenderse dentro de ella. Saco un cuchillo y lo empuño en su mano izquierda y con la otra mano sostuvo la antorcha.
Finalmente, estaba frente a él y su antorcha logro iluminarle mejor. Eran un monstruo amenazante, en general tenía una apariencia canina, se paraba en dos patas pero también se encorvaba un poco, tenía un hocico un tanto corto pero lleno de dientes puntiagudos, unos brazos bastante largos que casi tocaban el suelo, unas garras grandes y afiladas como navajas, unas orejas largas y puntiagudas, pelaje negro y tenia amarrado en los talones varios cascabeles que arrastraba al caminar, pero si algo resaltaba eran sus penetrantes ojos amarillos que brillaban con intensidad ante el mas mínimo resplandor. Ricardo comenzó a abanicar la antorcha en dirección de la bestia para espantarla, pero ni siquiera reaccionaba mientras caminaba lentamente hacia a él. Cuando ya estaba bastante cerca el monstruo se detuvo y entonces el silencio invadió la escena durante unos segundos. Ricardo, sabiendo que si no hacia algo pronto no saldría vivo de esa situación, le lanzó la antorcha al rostro y aprovecho el momento para darse la vuelta y correr. Aquella bestia, aunque aturdida por el movimiento de Ricardo, se recupero bastante rápido y se abalanzó sobre Ricardo. Tomo a Ricardo por la espalda y le clavo las garras a través de la ropa enterrándoselas en la piel, Ricardo rápidamente se quito el saco para soltarse del agarre y corrió fuera del camino rumbo al bosque. El corría a todo lo que daba para poder huir de la bestia, no era bastante atlético pero hacia todo lo que podía para no perder el ritmo, especialmente cuando aun podía oír el sonido de los cascabeles resonando violentamente mientras aquel ser le perseguía. Mientras mas corría, más empapaba de sangre y sudor la camisa de botones que llevaba puesta. Eventualmente la bestia le alcanzó y salto frente a él y sin darle tiempo, le propino una gran herida a Ricardo que le iba desde el hombro izquierdo hasta el ombligo. Ricardo, quien aun no soltaba el cuchillo, cayó al suelo de espaldas a lo que la bestia le salto encima y comenzó a tratar de morderle el rostro. Ricardo tenia ambas piernas apoyadas sobre el pecho del monstruo y hacia lo posible para mantenerlo a raya y evitar lo peor, sin embargo detener un monstruo tan fuerte solo con la fuerza de sus piernas era un trabajo duro y de poco en poco el hocico abierto de la bestia se acercaba más, hasta el punto en que Ricardo podía sentir su aliento. Ni corto ni perezoso, Ricardo comenzó a lanzarle puñaladas a la bestia para hacer que le dejara en paz y en un principio no perecía hacerle efecto, pero después de la séptima puñalada aquel monstruo salió corriendo  con el cuchillo clavado quien sabe dónde, dando unos quejidos horrendos que hacían eco en el bosque.
Ricardo se quedo tirado en el suelo un largo rato, tratando de recuperar fuerzas para poder levantarse. Eventualmente llego alguien y se sentó a su lado, cuando Ricardo dirigió su mirada a él se percato que era el mismo sujeto que dirigía el desfile, en otras palabras, era la mismísima muerte en persona.
— Parece que me acompañaras en el desfile de este año — dijo la muerte con bastante serenidad — Creo que necesitaras esto — La muerte le puso sobre su pecho la máscara que había conseguido en el desfile.
— Temo decepcionarte pero no será así — dijo Ricardo adolorido. — Aun falta bastante antes de que muera.
— Pues para mi te vez bastante mal. Parece ser que tu amigo te dejo un poco mal con sus juegos.
— Pues la verdad me siento bastante bien, se necesita más que un monstruo bullicioso para matarme.
— ¿Monstruo bullicioso? ¿Realmente no sabes que te ataco verdad?
— ¿Y tu si?
— Bueno, te lo pondré así ¿alguna vez has escuchado la frase “si no te duermes temprano el coco te va a comer”? digamos que él fue quien inspiró la frase. Normalmente no ataca a los humanos así que no es tan peligroso.
— ¡¿No es tan peligroso?! ¡Esa cosa estuvo de cenarme y me dices que no es tan peligroso!
— No para los humanos, pero teniendo en cuenta que tu dejaste de ser uno haces algunos días no me sorprende que te halla atacado. Algo me dice que volverá dentro de un rato para comerse tu cadáver.
— Pues que mal, porque cuando regrese no encontrara nada.
— ¿Y porque será eso?
— Porque no pienso morir aquí.
— ¿Porqué?
— ¡Porque no! — dijo Ricardo poniéndose de pie con bastante esfuerzo.
— ¿Cuál es tu razón para vivir? Podrías morir con tranquilidad en este momento y a nadie le importaría.
— ¡No es cierto! — Caminaba de vuelta hacia el camino mientras ponía una mano sobre su vientre.
— ¿no? La última vez que supe de ti no tenías familia ni nadie que respondiese por ti ¿acaso eso ha cambiado?
— ¡no te importa!
— La juventud eterna implica una vida bastante larga ¿Cómo piensas vivirla?
— No lo sé, simplemente quiero ver el mundo sin tener que preocupar por cuanto me tarde.
— Eso suena bastante difícil si tienes en cuenta que te buscan para llevarte a la hoguera. Te puedo asegurar que esa no es una bonita forma de morir, sería mejor si te quedases quieto aquí y dejases que la naturaleza siga su curso.
— ¡Cállate!
— Ya no perteneces a este mundo, no desde el momento que vendiste tu humanidad.
— ¡Dije que te calles!
— No le creo, no me callare.
— ¡No te quiero oír más!
Eventualmente, Ricardo llego de vuelta al camino donde su antorcha aun ardía en el suelo junto a su mochila. Tomo la antorcha y trato de llevarse la mochila, pero cuando se la puso nuevo, no pudo cargar con el peso y cayó de espaldas. La muerte camino hasta ponerse frente y continúo hablando.
— Me entristeces ¿sabes? Le habías agradado bastante a Roble, el incluso dijo que volvería a desfilar el año que murieras para darte la bienvenida.
— Eso no pasara ¡No voy morir!
— Puedes negar a tu Dios pero a mí no me puedes negar.
— ¿no? Mira como lo hago.
Ricardo se quito la mochila y con la antorcha en la mano siguió caminando por el camino lo más rápido que podía mientras se desangraba de a poco en poco.
— Esto no tiene que ser así. — dijo la muerte.
— Eso no te toca a ti decidirlo.
— No fui yo quien te hizo esa heridas, pero si seré yo quien acabe con tu dolor, siempre y cuando tú me lo permitas.
— En ese caso no te lo permitiré.
Ricardo acelero el paso con el fin de alejarse de la muerte, sin embargo no llego muy lejos hasta que tropezó y cayó de cara contra el suelo, trato de levantarse pero no tuvo las fuerzas necesarias para hacerlo. La muerte camino frente a él y puso su máscara blanca sobre el suelo— Necesitaras esto— esas fueras la últimas palabras que escucho Ricardo antes de quedar inconsciente.
Despues de un corto bloqueo mental estoy de vuelta con el proximo capitulo de esta pequeña saga :D
La muerte esta de vuelta y llego para quedarse, tengo una grantendencia a agregarlo como personaje en mis historias(no sep porque simplemente lo hago) ademas introduzco un nuevo personaje "la bestia" ¿que es?¿que quiere?¿por demonios lleva cascabeles en los talones? eso lo averiguaremos mas tarde :D

Me estoy tomando bastante libertades con esta historia, normalmente mantengo las cosas simples y libre de fantasia por miedo a que me critiquen D: sin embargo como dicen por ahi: "Estoy poniendo toda la carne en el asador". Si me arriesgo con esta historia es porque realmente quiero escribir exacmente la historia que quiero sin temer las criticas :D

Espero que la hallan disfrutado, si tienen alguna duda preguntenme sin miedo, soy todo oidos.

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Conii-RockerGirl's avatar
Woow, me encantó mucho el misticismo de esto, una criatura con cascabeles en los talones es muy interesante *0*  La escena de la pelea la narraste demasiado bien, detallaste todo tan a la perfección que sin mentirte pude imaginarlo completamente n__n (Soy de las personas que cuando lee, imagina(?)  Y la charla de Ricardo con la muerte también estuvo interesante, me encanta como evade el deber morir, de veras :DD sigue así!